Efectos especiales

A principios del verano estábamos jugando a Call of Cthulhu en casa de Andrade (casi siempre jugamos allí, porque vive solo y tiene mucho sitio). Además, narraba él. Nos habíamos colado en una casa en busca de pruebas de una serie de desapariciones y estábamos encontrando bastante más de lo que hubiésemos deseado. El tiempo pasaba y estábamos en un sótano laberíntico y lleno de cosas feas, con una sola escalera para escapar de allí, que quedaba cada vez más lejos y los dueños podían llegar en cualquier momento. Estábamos bastante metidos en situación cuando, en el silencio de la siesta y con todas las persianas bajadas, escuchamos como algo se desplomaba en el piso de arriba (en el de verdad, quiero decir), un mueble o algo grande. Casi morimos de un infarto todos, Andrade incluído.

El caso es que, desde entonces, Alex (un amigo de los que jugaba) fantasea con montar en su casa una partida de terror con efectos especiales. No sólo música ambiental, sino el lote completo: golpes inesperados, luces con temporizadores que se enciendan o se apaguen de repente, muebles que se muevan, grabaciones de sonido, humo, sangre falsa, puzzles reales con mensajes o pruebas dentro... incluso contar con un cómplice entre los jugadores o escondido en la casa para que dé sustos inesperados. No sé si tiene que ver que es de audiovisuales.

Y no me convence, aunque cualquiera se lo dice con lo entusiasmado que está. Para eso prefiero ir a El Circo de los Horrores, o a la casa encantada de la feria. Jugando a rol, y más si es Cthulhu o similar, lo que quiero es una historia tan buena que si se le cae un cazo al de arriba me dé un infarto, no sé si me explico. Y unos personajes que estén tan metidos en ella como yo, cosa que no creo que pase si te pasas el rato mirando alrededor a ver qué te van a tirar encima. Creo que, para crear ambiente, lo primero es jugar con ganas de vivir una historia; lo segundo, un buen narrador y lo tercero un sitio tranquilo. Luego, como mucho puedes usar velas en alguna escena, o algo de sonido que dé ambiente sin molestar demasiado. 

Otra cosa, claro, es montar una yincana, o una casa encantada para echar una tarde, que sí que me gusta. Pero rol, no. En fin, por ahora la cosa sigue en planificación, no sé si llegará a montarla o si yo la jugaré.
Categoria: 0 comentarios

Jugar con estilo

Qué pasada de página de decoración, para que luego haya quien diga que los frikis no tenemos estilo. Echadle un vistazo a la página de Geek Chic, mobiliario para frikis, que tiene de todo. Desde sillas elegantes diseñadas para estar sentado durante días, a preciosas torres de madera que lanzan los dados por tí (y si no quieres lanzar dados, son muy decorativas). Y por medio, estanterías especialmente pensadas para colecciones de cómics, cartas y manuales, puestos portátiles de narrador, o unas mesas para jugar a rol que parecen sacadas de un club de caballeros victoriano. Todo viene en tres acabados en madera y son personalizables si quieres, aunque para mí que ellos ya han pensado en todo. Eso sí, tú ve pensando en cómo vas a pagarlo, porque es carísimo.

La torre de lanzar dados. Los echas por arriba y unos escalones y obstáculos tallados en el interior se encargan de marearlos por tí y de que reaparezcan en el cajoncillo-foso. Además, en la foto no se ve bien, pero tiene un estandarte decorado.






La estantería-cajonera. Hay varios modelos, pero este me ha gustado mucho. Las medidas de los cajones y los estantes están pensadas para el tamaño estándar de cartas y manuales.









La mesa modelo "Sultan" cerradita y discreta. Así ya es bonita, pero abierta es aún mejor. El tablero superior se quita, si se desea, para que al lanzar los dados no rueden fuera de la mesa. Y cada puesto individual para jugadores se abre y salen cajoncillos. Ellos dicen que es "más grande por dentro, como puertas a otra dimensión".




Y así queda abierta y preparada para jugar. Me encanta que tiene bandejitas para dejar los dados y sujetavasos extraíbles, como los de los coches.











Y un detallito de puesto de jugador, con sus cajoncitos y sus cosas.








Y otra mesa, la Vizier, creo. Como veis, es más sencillita, por si no quieres avasallar a tus invitados. Eso sí, también tiene compartimentos, cajoncitos y sujetavasos y el tablero superior se levanta si quieres y queda hueca.




 En fin, podría poner aquí todo el catálogo pero para qué. Curioseadlo vosotros si quereis (Y no, esto no es lo que me han traído los Reyes :-( )