El domingo estuvimos hablando sobre lo de que Wonderwoman salga también, con Batman y Superman, en la película del Hombre de Acero 2. Parece que Gal Gadot está confirmada para interpretarla y no sé, no me convence. Guapa es un rato, pero la veo muy poquita cosa para ser una amazona. Hasta cuando va de dura, como en Fast and Furious, dan ganas de darle un tigretón y unas palmaditas en la cabeza.
El caso es que, en una de esas, Sara comentó que el personaje de Wonderwoman lo creó el inventor del detector de mentiras basándolo en su amante, por idea de su mujer.
Y hoy me ha pasado este enlace en el que te cuentan la historia, que es muy curiosa. Resulta que el Doctor William Moulton Marston, que creó el primer polígrafo (¿se dice así?) funcional y algunos modelos para predecir el comportamiento humano, vivía felizmente con su esposa Elizabeth y su ayudante, Olive Byrne. Tuvieron cuatro hijos en común, y el matrimonio adoptó a los dos de Olive para que no hubiese problemas legales. De hecho, cuando William murió, en 1947, ellas siguieron viviendo juntas otros cuarenta años, hasta la muerte de Olive. Elizabeth mantenía a la familia mientras su amiga cuidaba a los niños. Me llamó la atención que fuera Elizabeth la que trabajara cuando la que sale en las fotos investigando junto a William es Olive, pero al parecer Elizabeth empezó a trabajar para poder pagarse la carrera y el doctorado cuando su padre se negó a darle dinero para estudios y luego continuó haciéndolo hasta los 65 (vivió hasta los 100). Fue ponente de psicología y derecho en varios congresos y universidades, autora y editora, y asistente del jefe ejecutivo en una corporación de seguros.
El caso es que fue Elizabeth quien sugirió a su marido que creara una superheroína mujer. Olive, por su parte, llevaba siempre unos bazaletes árabes que fueron la inspiración para los de Diana, que originalmente eran más pequeñitos. Salen en esta foto:
Olive a la izquierda con sus brazaletes, William a la derecha y un montón de gente entremedias que no viene al caso. |
A mi esta historia, en un tiempo en que no había ni fotos a color, me ha llamado mucho la atención aunque supongo que, si pasara ahora, la gente seguiría sin creérselo.
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