1. Por los protagonistas. Son dos hermanos y no es que sean el colmo de la originalidad: uno es inteligente y sensible y el otro duro y machote. Los dos son muy guapos. Pero es que te acaban cayendo taaan bien...
2. Porque van cerrando cosas: hay una aventura por capítulo y una trama por cada temporada. Termina el capítulo y te cierran la aventura, termina la temporada y te solucionan la trama, por muy emocionante que se quede todo. Lo que llevaba fatal de Perdidos es que jamás me explicaban nada.
3. Por los secundarios: Crowley, el demonio irónico, el ángel Castiel, que a la vez es muy tierno y sin sentido del humor, Bobby el cazador, un vampiro reformado, un surtido interesante de dioses, demonios, humanos y fantasmas que crean otro universo.
4. Porque los enemigos son muy variados: hay monstruos, fantasmas y criaturas demoníacas de todo tipo, incluido dioses griegos y egipcios, wendigos, yokais y leviatanes.
5. Por el sentido del humor. Da la impresión de que es una serie que no se toma demasiado en serio a sí misma. En un capítulo viajan a una dimensión paralela en la que ellos son actores de una serie sobre cazadores de monstruos, en otra Dean, el machote, cae bajo un conjuro que le hace tenerle miedo a absolutamente todo, en otro actúan Spike y Cordelia de Buffy haciendo de pareja, en otro tienen que cazar un brujo en unas jornadas de rol en vivo...
6. Por el personaje de Felicia Day, que protagoniza dos de los mejores episodios.
7. Porque está llena de referencias frikis. Aunque, por otra parte, casi todas las series tienen alguna, estamos de moda.
8. Porque es una serie estupenda para ver en verano.
2. Porque van cerrando cosas: hay una aventura por capítulo y una trama por cada temporada. Termina el capítulo y te cierran la aventura, termina la temporada y te solucionan la trama, por muy emocionante que se quede todo. Lo que llevaba fatal de Perdidos es que jamás me explicaban nada.
3. Por los secundarios: Crowley, el demonio irónico, el ángel Castiel, que a la vez es muy tierno y sin sentido del humor, Bobby el cazador, un vampiro reformado, un surtido interesante de dioses, demonios, humanos y fantasmas que crean otro universo.
4. Porque los enemigos son muy variados: hay monstruos, fantasmas y criaturas demoníacas de todo tipo, incluido dioses griegos y egipcios, wendigos, yokais y leviatanes.
5. Por el sentido del humor. Da la impresión de que es una serie que no se toma demasiado en serio a sí misma. En un capítulo viajan a una dimensión paralela en la que ellos son actores de una serie sobre cazadores de monstruos, en otra Dean, el machote, cae bajo un conjuro que le hace tenerle miedo a absolutamente todo, en otro actúan Spike y Cordelia de Buffy haciendo de pareja, en otro tienen que cazar un brujo en unas jornadas de rol en vivo...
6. Por el personaje de Felicia Day, que protagoniza dos de los mejores episodios.
7. Porque está llena de referencias frikis. Aunque, por otra parte, casi todas las series tienen alguna, estamos de moda.
8. Porque es una serie estupenda para ver en verano.
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