Esta tarde nos invitó Andrade a probar Las mansiones de la locura y yo tenía muchas ganas, porque me encanta Lovecraft. Andrade dice que Lovecraft vivía encerrado en una casa victoriana con sus dos tías y apenas salía y yo creo que por eso inventó tantos juegos, para poder entretenerse juntos.
Este, de estética, es especialmente bonito. Le pasa como al Descent, que montas un tablero diferente para cada partida y hay muchas habitaciones: dormitorios, baños, pasillos, ... creo que no tiene cocina, porque de todos modos lo que haya en la casa se te come crudo. Luego están los personajes, que son los mismos que los del Arkham Horror, así que es como si los conocieras. En este no te cuentan su historia, pero vienen figuritas para que se muevan por la casa. Yo sólo con esto ya me entretendría, pero resulta que en la casa hay un terror ancestral y los personajes tienen que averiguar cuáles son sus planes y detenerlo. Hay personajes listos y personajes que pegan y cuesta saber cuales van a hacer más falta en cada partida y eso sí lo he visto un poco descompensado, porque no siempre hacen falta los dos tipos y no sabes lo que te va a tocar.
|
(Esta foto es de http://www.labsk.net, que le hace una reseña) |
|
Luego necesitas un jugador al que le guste mucho leer y odie un poco a sus amigos, porque se tiene que empollar toda la aventura y donde va cada cosa y luego intentar matar a unos pobres personajes que no le han hecho nada usando las figuritas de los malos, que también son muy chulas. Este jugador lleva las de ganar casi todo el rato, pero supongo que eso está bien porque es un juego de Lovecraft. Y los demás jugadores (que supongo que en su origen serían las tías de Lovecraft) juegan en equipo para derrotarlo, llevando cada uno un personaje. Ah, y resuelven puzzles para abrir algunas puertas. Es todo muy intelectual, pero muy divertido también.
A mí me ha gustado mucho.
0 comentarios:
Publicar un comentario