El otro día leí sobre John "Mad Jack" Churchill, un soldado británico que luchó en la II Guerra Mundial armado con arco largo y espada (en algunos sitios dicen que con claymore, pero en las fotos parece una espada a una sola mano, que a mí ya me vale). ¡En la II Guerra Mundial! Decía que, en su opinión, un oficial que entrara en acción sin su espada no iba apropiadamente vestido.

Lo mejor de todo es que le funcionó. Realizaba ataques de guerrilla montado en moto, con el arco y las flechas, atacaba por sorpresa y desaparecía. Así se ganó una Cruz Militar al salvar a un oficial de una emboscada alemana. Y, más adelante, capturó él solo a 42 soldados alemanes (y todo el equipo de un mortero) a punta de espada. Al parecer, usó al que hacía guardia como escudo y fue de centinela en centinela ordenando la rendición. Luego dijo que, si le explicas alto y claro lo que tiene que hacer a un alemán, se pone a ello con entusiasmo y eficacia, sea cual sea la situación. Por esta también lo condecoraron, creo.

Mad Jack es el de la derecha, espada en mano

Así y todo, un tiempo después lo hicieron prisionero a él, en la Isla de Brac, en el Adriático. Todo su grupo había caído, así que empezó a tocar canciones tristes con su gaita hasta que lo dejó inconsciente un fragmento de granada. Y sí, tocaba la gaita, llevaba arco largo y espada escocesa, pero él era del sur de Inglaterra. Lo metieron en un campo de concentración, pero se escapó poco después. Y lo cogieron. Y se volvió a escapar aprovechando un apagón.

Y siguió luchando e hizo más cosas. En The Badass of the Week hablan de él con más detalle, aunque en inglés, y se nota que les ha molado por lo menos tanto como a mí. Es de película.