Para acabar de agotarme, ayer salimos algo así como de senderismo. Digo "algo así" porque a los frikis no les va mucho eso de andar por el campo y comer un bocadillo. Mis amigos son más bien de cruzar la Tierra Media esquivando nazgules y luego desplegar un banquete de seis platos con aritos rebozados, pollo empanado, tortilla y doritos. 

Una cosa segura cuando haces algo con frikis es que, sea cual sea el plan, habrá mucha comida. El año pasado, y esto es verídico, le organizamos una fiesta sorpresa a JuanRa. Andrade lo llamó y le dijo que tenía un problema y que si podía pasarse por su casa cuanto antes. JuanRa apareció en cosa de veinte minutos, trayendo dos bolsas grandes de lays de jamón. Si eso es lo que uno solo se lleva a una emergencia, imaginaos lo que se lleva el grupo a un almuerzo en el campo.

Lo otro que suelen llevarse a donde sea es bastante imaginación, así que fue un día muy divertido. Además, como está haciendo este tiempo raro y no paramos mucho, andábamos en diciembre en camiseta, que también mola. Eso sí, hoy no hay quien me mueva de casa.